Perspectivas agroclimáticas: ¿Qué podemos esperar para esta temporada?

Perspectivas agroclimáticas: ¿Qué podemos esperar para esta temporada?

A las puertas de una nueva temporada, el Ing. Eduardo Sierra nos cuenta en una entrevista exclusiva, las perspectivas climáticas para este y los próximos años. En base a estas consideraciones, el Ing. Agr. Mariano Marcó brinda a los productores una serie de recomendaciones a tener en cuenta en las diferentes etapas del proceso productivo. 

Estamos transitando a una fase negativa del clima, que forma parte de un gran ciclo natural, de unos 100 años de duración, en el que se alternan, fases de positivas y negativas, cada una de unos 50 años de duración.

En las fases secas, como la que se transita actualmente, se nota una disminución global de las precipitaciones, con veranos tórridos e inviernos muy fríos, causada por una disminución de la actividad solar. Esta fase negativa empezó en 2008 y alcanzaría su mínimo hacia 2040. Posiblemente dure unos 50 años, es decir que faltan aún 36 años, hasta que el clima retome una fase positiva.

Dentro de este gran ciclo, de unos 100 años de duración, se anidan otros ciclos de menor duración, que abarcan período variable, de entre 10 y 12 años, en los que el clima fluctúa entre condiciones positivas y negativas.

En estos momentos, está terminando uno de estos ciclos, que se prolongó más del promedio, y está finalizando con un episodio doble de “La Niña”, que se inició en 2020, y se extendió hasta el presente.

Por lo tanto, cabe esperar que las condiciones climáticas vayan mejorando paulatinamente, llegando a un óptimo hacia 2026, probablemente con la ocurrencia de un episodio de “El Niño”, y termine hacia 2030, con el desarrollo de un episodio doble de “La Niña”.

A estos procesos naturales, causado por las fluctuaciones de la actividad solar se suman proceso desencadenados por la acción humana, como el calentamiento global, el sobre uso de los recursos naturales y el deterioro general de la cobertura vegetal del Planeta.

Lo expuesto, se refleja en la situación que se vive ahora en el Hemisferio Sur, con un invierno gélido y seco, mientras que en el Hemisferio Norte, especialmente Europa, con un calor intenso y grandes incendios.

1) Nos encontramos en invierno, con los pecanes en reposo, en este período una suficiente cantidad de horas de frio (horas transcurridas a temperaturas inferiores a 7° C) es necesaria para inducir la ruptura de la dormancia un correcto desarrollo de los meristemas (zonas de crecimiento que se encuentran en las yemas), condicionando el crecimiento de los brotes y la productividad de los árboles. ¿La alteración de las condiciones térmicas que vienen ocurriendo en los últimos años, como parte del “cambio climático”, puede cambiar la cantidad de horas frío de las zonas de cultivo de pecán en el área de influencia del Clúster (Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, Misiones)? ¿Considera que éste es un factor importante a tener en cuenta para la selección de nuevas variedades para la región?

Estamos en un ambiente muy cambiante. Cuando están los eventos de las 2 Niñas, como ahora, tenemos bastante frío. Pero, por ejemplo en 2014-2015-2016, medí y faltó frío. Entonces, en eventos de 3 años, falta frío y luego de 3 años, sobra. A nosotros, en Argentina, nos falta el invierno frío de Illinois, la cuna del pecán, sobre todo durante el Niño.

En esta fase negativa o seca, la helada vuelve al trópico. Las últimas heladas que se registraron allí fueron en 1975. En el 2008, 33 años después, empezó a volver este fenómeno, y el año pasado llegaron hasta Mina Gerais, a la zona cafetera. Veremos qué pasa este año, no creo que se repita.

2) Uno de los principales factores que condicionan la producción de pecán es la disponibilidad suficiente de agua desde Octubre a Marzo, para asegurar un buen desempeño de las plantas en las etapas de brotación, expansión foliar, crecimiento de brotes, floración-fecundación, formación de frutos y llenado de los mismos. Para satisfacer esta demanda es necesario determinar la necesidad de riego de cada plantación de acuerdo a las condiciones del suelo, edad de las plantas, y las condiciones climáticas (precipitaciones, temperatura). ¿Cómo se perciben las precipitaciones para la primavera y verano 2022-2023?

Esta alternancia entre Niño y Niña hace que tengamos 3 años de excesos de lluvias e inundación, y luego (ahora) buen frío, con riesgo de heladas, pero falta de humedad y precipitaciones. El requerimiento hídrico del pecán es muy alto. En el litoral generalmente se utiliza riego complementario por las sequías estacionales que afectan la capacidad productiva del pecán, mientras que en la región del NOA, el riego es condición para producir ya que es zona seca.

Los epicentros de estos eventos secos son 2 extremos: el sudoeste de la región pampeana, donde puede haber una disminución, no solo en el promedio de lluvias (30% aproximadamente), sino además un incremento de la variabilidad (de un 100%). En otro extremo es el Sertāo brasileño, que es toda la zona desértica que se encuentra al oeste de Bahía. Ahora bien, Corrientes y todo lo que está en el medio de estos extremos, está un poco más amortiguado, pero lo mismo se siente porque en La Pampa tengo un sistema productivo que ya está adecuado a este ambiente menos benigno, igual que en el Sertāo. En cambio, en Corrientes, Santa Fe, o el NOA que tienen cultivos de gran requerimiento hídrico, se siente más.

Descargar trabajo del Ing. Sierra sobre El ciclo de lluvias de la región Pampeana

3) Las temperaturas de la primavera (acumulación de horas de calor) definen gran parte de la brotación y la diferenciación floral y por ende el potencial productivo del monte. Teniendo en cuenta el cambio climático que estamos percibiendo, ¿se puede pronosticar cómo serán las temperaturas en este periodo?

En años como este donde estamos saliendo de la Niña, puede que hasta mediados de la primavera falte temperatura y humedad. Es importante entender que hay distintas situaciones, y que es cíclico. En los años de El Niño donde la temperatura empieza temprano, hay calor y lluvia, pero también pueden haber problemas sanitarios.

4) Otro factor importante son las temperaturas máximas durante la floración y cuaje (fines de Octubre a fines de Noviembre) y desarrollo del embrión (mediados de enero a mediados de febrero). ¿Como serán las máximas en esos periodos?

En los episodios tipo El Niño, no va a haber grandes calores porque la nubosidad de la lluvia modera las temperaturas, pero los veranos de la Niña están siendo muy fuertes. Este último verano hemos tenido problemas, sobre todo en lo que es la terminación del desarrollo de la nuez producto de los golpes de calor que hubo en enero, produciéndose muchas muertes de los embriones. Respecto al área de origen del pecán, que es Illinois, está bastante más al norte que nuestra zona de cultivo. Tendríamos que tener pecanes con menor requerimiento de frío y más resistencia a estos estreses.

5) Cuál es la perspectiva climática para esta temporada?

Estamos en el evento doble de La Niña, que empezó en junio-julio 2020 y en 2021 cumplió un ciclo. La Niña no es que produce sequía todo el año: el invierno es frío, se nota bastante, pero el impacto de temperatura alta y lluvias es diciembre, enero y febrero. Entonces hubo un primer impacto en diciembre del 2020, y enero y febrero del 2021. El resto del 2021 estuvo más o menos bien, diciembre estuvo muy lindo pero vino ese golpe de sequía y calor hasta enero del 2022 que liquidó la cosecha gruesa, produjo los incendios en Corrientes, y después pareció tranquilizarse el asunto.

De julio 2021 hasta junio-julio 2022 es la segunda Niña, que suele traer un invierno feroz, que es el que estamos transitando ahora. La pregunta es cómo salimos de este ciclo? La mayor parte de las versiones hablan de una tercera Niña. Yo pienso que no vamos a tener una tercer Niña porque los indicadores de largo plazo están dando que estamos en lo peor, entonces tendría que empezar a mejorar. Qué significa esto? Con la primavera, empezará a restaurarse el sistema climático, y se dará un proceso gradual, lento, para llegar a la normalidad en abril del 2023. Por lo tanto, para esta primavera deberían esperar fríos tardíos, lluvias escasas, alguna helada tardía, de manera que algún nivel de impacto va a haber en el cultivo. El punto neurálgico es diciembre a febrero. El recorrido de ahora, fin de julio hasta abril del 2023, va a ser en ascenso pero accidentado.

Posiblemente tengamos un comienzo de primavera seco, una parte subhúmeda y el final casi normal, sobre diciembre. Y luego, enero-febrero-marzo, oscilando alrededor de lo normal, para estar bien en abril. Van a haber calores temprano pero se van a intercalar irrupciones tardías de frío.

Por lo tanto, lo esperable es: condiciones de déficit hídrico, pero no tanto como el año pasado; condiciones de temperaturas bajas en primavera, pero no tan bajas como el año pasado; y condiciones de temperaturas altas en verano, pero no tan altas como las del año pasado.

La situación va a mejorar en las campañas 2023-24, 2024-25 y 2025-26. La de ahora es una campaña bisagra, pero sería la última campaña problemática del ciclo de 12 años.

Descargar documento sobre Perspectivas Agroclimáticas 2022 del Ing. Sierra

Recomendaciones para los productores de pecán

Ing. Agr. Mariano Marcó

Considerando las previsiones del Ing. Sierra respecto a una primavera seca y fresca y después acercándose a lo normal para enero, febrero y marzo es importante asegurar una buena provisión de agua en el perfil de suelo antes de la brotación a fin de asegurar un correcto desarrollo de los brotes y la subsiguiente diferenciación floral. Es decir, durante el invierno (que va a ser seco) debiéramos ir regando de manera tal de cargar de agua el perfil de suelo para llegar a brotación con valores cercanos a capacidad de campo. Esto nos permitiría atemperar favorablemente el déficit hídrico que se prevé para la primavera.

Asimismo la posibilidad de una temperatura fresca puede afectar negativamente el proceso de diferenciación floral dando como resultado una menor cantidad total de flores de las que potencialmente podrían esperarse. Si así fuera es clave retener la mayor cantidad de fruta posible reduciendo al mínimo las primeras caídas, esto implica evitar cualquier tipo de estrés hídrico, garantizar un estado nutricional adecuado y asegurar la fecundación.

También es importante conocer el nivel de reservas acumuladas en la temporada anterior (raíces y ramas de 1 y 2 años) ya que el primer desarrollo de brotes y la diferenciación floral es consecuencia directa del nivel de reservas acumuladas. Si los niveles de reservas fueran bajos habría que tener a mano herramientas que nos permitan superar esta dificultad.

Por ultimo queda latente la posibilidad de heladas tardías que podrían afectar tanto el desarrollo de brotes como la floración. Si bien el pecan por ser un cultivo de altura raramente se ve afectado por estas heladas tardías hemos tenido años donde se ha dado este fenómeno con afectaciones importantes al cultivo.